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De la serie actores y actrices: | |||
Harrison Ford | |||
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Nombre completo | Harrison Stanislao Boniate Ford | ||
Nacimiento | 1933 | ||
Muerte | Cuando el Señor se lo quiera llevar | ||
Nacionalidad | Herzegovino | ||
Principales películas | Blade Runner, Star Wars | ||
¿Maldad o bondad? | Bueno pillahostias | ||
¿Se despelota? | Marca paquete | ||
Otros trabajos | Mulero y campanillero | ||
Nivel de frikismo | Hiper-elevado | ||
Puntuación | 6/10 |
Este afamado actor de Hollywood gana más de 500 millones de dólares por spot publicitario, se peina con un rastrillo de juguete y ha llegado a la fama a pesar de tener siete pulgares por cada pie.
Harrison Ford empezó su carrera como mulero y campanillero en la US Navy. A la tierna edad de cuarenta y siete años fue descubierto por un cazatalentos especializado en películas sobre ratas: Ermenegild Zegn. Desde entonces no ha parado de hacernos reir y llorar, cantar y bailar, segar la hierba y hasta ha conseguido que hagamos la cama como dios manda (estirando).
Este actor es famoso sobre todo por sus películas. Nadie recuerda ya sus ceniceros de papel maché ni la impagable ayuda prestada al taller de yemas de Santa Teresa de Tilfern, Illinois.
Los friquis del mundo recordarán muchos de sus lengendarios papeles en películas del más alto nivel de friquismo.
Lo que no todo el mundo conoce, sin duda, es los papeles que el bueno de Ford rechazó en su ignorancia, y que a continuación fueron protagonizadas por otros actores de mala muerte.
Ahora que ya llevamos un par de escroles en la página, y nos hemos librado de esos advenedizos que sólo se ríen si se menciona a Chuck Norris 8 veces por párrafo, merece la pena ahondar un poco en la carrera de este Grande entre los Grandes.
Uno de los hechos más sorprendentes con los que nos encontramos al hablar de la vida profesional de Harrison Ford es que, en realidad, nunca pretendió llegar a ser actor. Licenciado en el arte de la coprofagia, tuvo que abandonar su prestigiosa profesión debido a una serie de problemas familiares. De este modo, Harrison acabó trabajando como limpia cristales en una conocida empresa de condones defectuosos.
Una noche, mientras Harrison "singermornings" Ford iba por la sexta cerveza en el bar del barrio, conoció a George Lucas (que en aquellos tiempos estaba haciendo sus primeros pinitos en el mundo del cine). Después de beberse todas las reservas de alcohol del bar y matar al dueño porque les apeteció, salieron a pasear un poco y George Lucas tuvo una brillante idea.
Conversación entre G. Lucas y H. Ford que decidiría el futuro de la serie Star Wars
Así fue como nuestro héroe se introdujo en el mundo del cine, camino hacia el éxito. En 1977 acabó Star Wars, la película que lo catapultó a la fama. A partir de ahí trabajó en varias películas, incluyendo las secuelas de Star Wars, el clásico de Ridley Scott (Blade Runner) y una versión Hardcore Porno de La Bella y la Bestia (en la que Ford interpreta a la bella y Michael Jackson a la bestia).
Por último, cabe comentar que en 1979 se quedó embarazado, pero abortó.
Harrison Ford cuenta con un repertorio de gestos y expresiones tan extremadamente limitado que parece que siempre está haciendo el mismo papel. A Harrisoncín se la suda el estar pilotando a velocidades supersónicas por el espacio, o ir jugándose la vida en una vagoneta sin frenos: sea la situación que sea siempre pondrá cara de estreñido (situaciones tensas) o la mueca/sonrisa "Made in Harrison", que consiste en levantar el labio superior derecho de forma ridícula.
Su nefasto talento y expresividad puede ser debida a diversos factores:
Podemos decir con confianza que este asunto sigue siendo un misterio.
Y por último:
Harrison Ford pertenece a esa categoría de actores a los que siempre les dan de toñas en cada película, al igual que Paul Newman. (Brad Pitt también pilla, pero menos; y a Leonardo DiCaprio nunca le dan lo suficiente). Presumiblemente, las palizas enternecen aún más a sus fans, que sienten unas ganas irrefrenables de curarle.
Ejemplos de palizas memorables son: cuando la androide le curte bien en Blade Runner, y la eterna pelea con un nazi en todas las de Indiana Jones.
En la actualidad, Harrison sigue haciendo películas con ritmo frenético. Oscilando entre la comedia facilona y la peli de acción aburrida, al ínclito Han Solo le llueven las propuestas de teleflines en los cuales salva a una rubia oxigenada de las fuerzas de la naturaleza, imitadas en un estudio con menos medios que "Aquí llega condemor"; o bien se enamora de una avejentada científica que estudia los ciclos menstruales del perejil.
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